EL AJO
A pesar de que su intenso olor, este alimento es un suplemento de salud muy a tener en cuenta

Los beneficios del ajo son eficaces cuando se comen crudos y se asegura que una ingesta diaria de una media de dos dientes de ajo pueden ser suficientes para
ayudar a mantener una buena salud. El sabor fuerte del diente de ajo indica que tiene mucho azufre.

Las propiedades que se le atribuyen son casi innumerables: mejora el sistema inmunológico del organismo, incrementando las defensas del organismo, aumenta la energía y la vitalidad, es anticoagulante, vasodilatador y depurador: mejora la circulación sanguínea dilatando los vasos, aumentando el flujo sanguíneo y protegiendo al mismo tiempo el corazón y las arterias, dándoles mayor flexibilidad, todo esto ayuda a combatir la hipertensión. Asimismo es un estupendo antiséptico y expectorante, por lo que protege el sistema respiratorio.
También tiene propiedades antibacteriales, antivirales y antimicóticos, es antiinflamatorio, puede
ayudar a reducir el nivel de colesterol “malo” y aumentar el nivel de colesterol “bueno”. Incrementa la fluidez de la sangre, ayuda a incrementar el nivel de serotonina en el cerebro, combatiendo el estrés y la depresión. Es antioxidante, desintoxicante y puede ayudar a incrementar el nivel de insulina, reduciendo así los niveles de azúcar en la sangre; protege el sistema digestivo…

Todas estas propiedades se consiguen si es consumido crudo porque pierde muchas propiedades si está cocinado. Se puede
consumir crudo cortado muy fino y mezclado en ensaladas, con judía verde y patatas al vapor, sobre anchoas o sardinas y un chorrito de aceite de oliva, triturado en el gazpacho, sobre pimientos asados, champiñones o setas. También se puede frotar sobre pan tostado, con escalibada o como
componente de salsas.


A la hora de manipularlo, yo tengo un par de truquillos, lo primero para pelarlo con la hoja del cuchillo le pegamos un testerazo, al hacer esto la camisa del ajo se separa de la carne lo que hace que el pelado sea mas facil.
Otro truco que aprendí del gran Karlos Arguiñano es después de pelar un ajo,para que no se te quede el olor en las manos, lávatelas sin frotar, con el chorro del agua lo mas fuerte posible durante medio minuto aprox, después sigue lavándote las manos de forma normal.
Y por ultimo si en un guiso tenemos que meter el ajo con la camisa (la cascara), tenemos que quemarlo un poquito para que no se separen y queden trozos de camisa en el guiso.
¡viva el ajo, que es vida!
Espero que uséis los truquines y os guste la información!
Gracias por leerme, Hector.
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